10 de mayo de 2016

Hace unos días escribía acerca de lo ajustada a derecho que me parecía la sentencia que condenaba a Rita Maestre por entrar semidesnuda en la capilla de la Universidad Complutense de Madrid. Entendía el acto de la protesta pero yo justificaba la sentencia en la medida que tal acto lesionó el derecho a la libertad ideológica, religiosa y de culto de las personas que allí se encontraban. Al atacar derechos de otro, el codigo penal contempla esta acción como delito, sin perjuicio de que probablemente estos tipos penales necesiten una adecuación a la sociedad actual.

Pero cuando hoy he leído el escrito del Fiscal impugnando el recurso que frente a esa sentencia interpuso Rita Maestre, no me he podido resistir a escribir una pequeña reflexión, haciendo una excepción al ser sábado, pero me encuentro realmente indignado:

El fiscal o la fiscal ( ignoro su sexo y tampoco me interessa) hace un escrito machista, arcaico con matiz de meapilas y rebosando intolerancia hacia la ideología de Rita Maestre. La condenada no alardeó en ningún momento de ser puta o bollera como se dice en el escrito. El comentario es tan falso como innecesario. La señora Maestre ejerció una protesta legitima y que yo apoyo, para que desaparezcan de una vez los signos religiosos en los edificios públicos, de los edificios de todos y que se costean con los impuestos de todos, con los de los católicos y con los de los no católicos. La protesta era mas que legítima, si bien, a mi juicio se excedió al atacar la libertad de otros. Se extralimitó en su protesta y lesionó derechos de otros ciudadanos que son tan validos como los suyos. Pero de ahí a utilizar esos terminos en un escrito dirigido al Juzgado, solo demuestra pura intolerancia y machismo del fiscal, que recordemos representa a la legalidad y en el fondo nos representa a todos. Yo, desde luego, no me siento representado por ese o esa fiscal y me hubiera gustado que la fiscalía, que normalmente hace un trabajo sensacional, hubiese corregido el escrito de impugnación al recurso para basarlo solo en motivos técnicos y ajeno a comentarios personales de quien lo firma.

En fin, desde aquí sigo creyendo que se debe confirmar la sentencia condenatoria porque Rita Maestre cruzó una linea roja (la del respeto a los derechos de los que piensan diferente) pero hoy le doy todo mi apoyo ante lo que para mi es un insulto hacia todas las mujeres, con la agravación de que el insulto proviene de quien debe representar a todas las mujeres y hombres aunque tengan ideología diferente al fiscal que lo firma.

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