Cuando se realiza un testamento, en éste se prevé la legitima, esto es, la porción de la herencia que los herederos forzosos deben recibir según dispone la ley, pero… ¿Pueden algunos de los herederos ser excluidos o privados a recibir la legítima?
La respuesta es clara, sí. Pero como siempre pasa en derecho, esta respuesta debe ser matizada.
A través de la desheredación, se priva a un heredero forzoso de su derecho a la legítima siempre y cuando concurran las causas establecidas por el Código Civil. Algunas de ellas son: Haber sido condenado por atentar contra la vida del testador contra el cónyuge de éste o contra sus ascendientes o descendientes, haber acusado al testador de un delito, siempre y cuando la acusación sea infundada y por lo tanto calumniosa o haber obligado al testador mediante amenazas, fraudes o violencia a modificar el testamento o a realizar uno contra su voluntad.
Las anteriores causas son causas generales, sin embargo, el Código Civil prevé motivos concretos para la desheredación de descendientes, que son las siguientes:
- Negar sin motivo los alimentos al padre o ascendiente que le deshereda
- Haber maltratado incluso psicológicamente o injuriado gravemente al testador
Para desheredar a los ascendientes los motivos podrán ser, además de los generales:
- Haber incurrido en la perdida de la patria potestad
- Haber negado los alimentos a los hijos sin motivo, o,
- Haber abandonado, prostituido o corrompido a los hijos
Por lo tanto, una vez que exista alguna de estas causas, la desheredación deberá constar en un testamento ya que de lo contrario, no tendría efecto legal.
Y como última pregunta que podríamos hacernos, ¿Qué pasa si el desheredado y el testador se reconcilian? ¿Se podría anular la desheredación?
También es afirmativa la respuesta. En este caso se deberá manifestar en un documento público el perdón del testador ante el arrepentimiento del desheredado
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